Todas las personas de la tribu del Inca siguen las leyes de su gente, el problema es que una hija del sol no podría estar con un hijo de la tierra y las montañas, pero eso es algo que evidentemente no era un
El Inca se enojó mucho cuando Ollantay pidió la mano de su hija, no solamente se enojó, sino que lo mandó a encerrar, pero él se escapó. De todos modos, no podía dejar libre a Cuyllur con miedo de que se encuentren o cualquier otra cosa, por eso es que mandó a encerrar a la estrella en un templo del sol, allí estuvo aislada de todo hasta que su amado Ollantay la salvó.
Como resultado de la profanación del templo para salvarla y del amor imposible que jamás sería aceptado, sucedió que el Inca tomó la determinación de asesinar a Ollantay y así lo hizo. Cuando a su hija no le quedó más consuelo porque muerto estaba su amado, luego de tanto la desterró de su tierra por la traición a las leyes del Inca que habría cometido con sus actos de amor al Titán de Los Andes.