El duendecillo del edificio Ipiña. Cuentan que unos niños estaban jugando a la pelota cerca del estacionamiento de dicho edificio, cuando en un momento determinado se les escapa la pelota y se les va lejos,
Cuentan también que las cámaras de vigilancia han captado a este pequeño niño corriendo por allí, así como también lo han visto parado junto a la caseta de pago, según aseguran es el mismo duendecillo que fue visto anteriormente por otros testigos como los niños de la pelota.
Lo cierto es que una aparición tan extraña como la del duendecillo solo ocurre en el estacionamiento del edificio Ipiña, no se sabe exactamente a qué se debe su aparición, pero muchos son ya los que aseguran haberlo visto.
Según cuenta la leyenda de la carreta del cerro de El Calvario, hace mucho tiempo cuando Villa de Ramos era una estancia que servía de paso a las carretas que llevaban metales preciosos y mercancías valiosas, llego una carreta cargada con oro de incalculable valor, proveniente de Real de Catorce con destino a Zacatecas, decidieron pasar allí la noche para reanudar la marcha al día siguiente, este sitio estaba fuertemente custodiado por la policía al igual que Zacatecas, para prevenir que asaltadores llevaran a cabo asaltos a las carretas de transporte.
A pesar de los esfuerzos de la policía por custodiar bien el lugar, la carreta con oro fue robada por unos maleantes que se la llevaron con todo y botín. Para evitar ser capturados por los cuidadores del camino a zacatecas, los delincuentes decidieron cambiar de rumbo y comenzaron a andar un camino con destino a Salinas, sin embargo algo mágico ocurrió en medio del camino, a la altura del cerro del calvario que en ese tiempo no existía, los primeros rayos del sol comenzaron a salir y en cuanto tocaron a la carreta esta se convirtió en un enorme cerro de roca, de esta manera se creó el cerro del calvario que también es conocido por el nombre de carreta del calvario.