El taxista. Una parte de las orillas de Saltillo aparecía una mujer, la cual hacia la parada a los taxistas.
Un día, un taxista joven el cual apenas comenzaba a conocer la ciudad se aventuró a una de las partes más alejadas,
Se detuvo frente a la mujer y pregunto a donde se dirigía pero cuando la mujer levanto la mirada el hombre observo una cara deformada y sangrienta, el joven piso el acelerador debido al miedo y chocó contra un muro, al despertar la mujer estaba aún lado de él y le pregunto porque no la había esperado y el joven se desmayó.
En el hospital conto lo sucedido a sus compañeros, quienes habían tratado de advertirle.