Cuenta la leyenda que en Aguas Calientes, más exactamente en la Plaza San Marcos
Él no solía recibir visitas, cuando abrió vio a un hombre, con similar aspecto de un demonio, de pronto desapareció. El hombre asustado corrió hacia su habitación, y cuando entró lo volvió a ver sentado sobre su cama, le explicó que acabara con su egoísmo, pues no le iba a llevar a ningún camino. Si no lo hacía volvería por él.
El hombre a la mañana siguiente decidió ofrecer en la Plaza San Marcos todas sus riquezas, la gente no sabía a qué se debía tal efecto. Cuando se acabaron todos los materiales que había ofrecido se marchó. Nunca más se supo nada de él. Algunas personas piensan que era el diablo disfrazado de persona normal, otros creen que fue castigado por el demonio. Nunca se supo lo que realmente pasó.