Leyendas de guerrero

Leyendas de guerreroLeyenda de los Tlacololeros. Hace mucho tiempo en la tierra del tlacolol

se vivía un ambiente de intranquilidad y desesperación debido a que todas las noches sus cultivos se veían amenazados por una terrible vestía de enormes garras pintoresca piel y feroz rugido del tigre, y paso mucho tiempo sin que pudieran confrontar al tigre hasta que un día llego al pueblo un extraño viajero al que pronto apodaron el pitero debido a que le gustaba mucho tocar la flauta el tambor deleitando y haciendo bailar a todos los tlacololeros, el pitero al ver el problema que pasaban los tlacololeros recordó que los tigres temen a los truenos a si que con sus conocimientos musicales y con ayuda de los tlacololeros construyo un instrumento que imitara al sonido de un trueno, el instrumento fue llamado chirriòn, el grupo de tlacololeros encabezados por el macizo y guiados por la música del pitero y acompañados de su mascota la perra “maravilla”, salieron en búsqueda del tigre para acabar de una vez por todas con su terrible amenaza, después de buscar por todos lados encima de una gran roca y a la luz de la luna se dibujo la silueta del poderoso animal al verlo la perra “maravilla” ladro señalando al tigre quien intento llenar de miedo a los tlacololeros lanzando un impresionante rugido, el tigre confiado por la enorme fuerza que poseía pego un gigantesco salto hasta caer en medio de los tlacololeros quienes se asustaron al tener enfrente a semejante animal, lo que el tigre no sabía era el plan que estos tenían en mente quienes de un momento a otro valientemente y con astucia al mismo tiempo sonaron sus chirriones, el tigre al escuchar los truenos salio despavorido perdiéndose entre la frondosidad de las ramas al mismo tiempo que los tlacololeros festejaban su victoria, al tigre nunca mas se le volvió a ver por la tierra del tlacolol y se cuenta que por las noches los tlacololeros bailan al ritmo del pitero.

La Leyenda de Nacasquémetl
Cuentan que la tribu chontal radicada en varios parajes del municipio de Apaxtla tenían como guía, sacerdote y cacique a Nacasquèmetl hombre sabio y rico e inteligente que quien junto a los caciques de los pueblos vecinos de oxtotitlan y cuetzalan, un día se pusieron de acuerdo para salir en busca del agua que traerían de alguna zona aledaña a los volcanes de Toluca o el popocatepetl el plan era de que con el trabajo que realizaran las tribus y con la ayuda de los dioses juntos la harían llegar a sus señoríos, resulto que cuando las tribus del valle norte de oxtotitlan y de cuetzalan lograron que sus aguas llegaran a través de túneles, abandonaron Nacasquemetl sus trabajos y oraciones haciendo que se disgustara por lo que tuvo que regresar a su señorío, una vez que regreso y pensando que pudiera ver invasiones por el disgusto o de algunas otras tribus enemigas ordeno que quienes habitaban ixtlahuacan subieran el cerro del cantón y previnieran de piedras e hicieran trampas para contra atacar. Por lo tanto también ordeno a los que vivían en la parte oriente de este pueblo para que todos subieran al filo de cuajilote hacer lo mismo y fue desde entonces cuando aparecieron los momostles cerros sobre los cuales los indígenas reunieron montones de piedra para tirar a las tribus enemigas y mientras que los seguidores de Nacasquemetl trabajaban el solía bajar a la cascada del charco a bañarse sumergiendo dentro de la cavidad echa por el chasquido del agua sobre la piedra azulosa, para Nacasquemetl era el único lugar de su preferencia por que se imaginaba que esa agua era sabrosa como la de los volcanes ya que esta brotaba al pie de su cerro preferido el cerro del cantón cerro lleno de encantos y de riquezas almacenadas en túneles, Nacasquemeltl y su tribu custodiaban, a Nacasquemetl no los han descrito de generación en generación de forma oral que fue un indígena de orejas muy grades capas de escuchar los murmullos que hacían en su contra otras tribus de lejanas tierras que pretendieran destruir su señorío para apoderarse de el y sus riquezas, lo mismo que esclavizarlo y someterlo a otros dominios cosa que les fue imposible gracias a las batallas que libraron desde la cumbre de todos los cerros de Apaxtla, tenia orejas muy grades que según las leyendas que una le servia para acostarse en ella y la otra para taparse a la ora de dormir quedando a si a la expectativa de cualquier rumor de invasión

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