Los indígenas quería mucho el fuego porque en los últimos tiempos se habían enfrentado a un clima bastante diferente
al que estaban acostumbrados y tenían por eso mucho frío, pero es que una tribu contraria lo tenía atrapado, había caído un rayo y producido un fuego en el bosque, los otros no dejaban que estos indígenas se lo queden, entonces mandaron a un animal para que prenda fuego su cola y les lleve luego el fuego rápidamente que ellos prenderían otra cosa así, y nunca se volvería a apagar, hasta el día de hoy se le rinde homenaje al tlacuache por haberse arriesgado de esa manera tan especial.