Cuenta la leyenda de La Mole Poblano que un cocinero amante
Fueron tantos los nervios de este cocinero que en el momento donde él mismo se puso a preparar un plato se tropezó y terminó haciendo que se cayera una olla que tenía dentro guajalotes listos para servir, entonces ya no supo qué hacer, al momento se le informó que era hora de presentar la comida y no tuvo más remedio que comenzar a orar fuertemente para que todo saliera bien porque estaba totalmente perdido.
No solamente sus oraciones fueron escuchadas, sino que nadie criticó sus platos, todo lo contrario lo elogiaron por su gran trabajo y dedicación.