Según la leyenda, todo comenzó cuando una pareja de turistas vieron a un hombre lagarto sentado en lo alto de unas cataratas,
Los nervios y la adrenalina que sentíamos estaba por lo cielos, cuando volteamos a ver a l hombre caimán vimos que había otro más pequeño delante de él, entonces pensamos en que este sería el final de nuestras vidas porque pensamos que aquel hombre caimán le estaba por enseñar a su hijo a como cazar.
Yo y mi novia sin poder movernos estábamos más que preparados para hacerlo. Pero de pronto al ver las lágrimas que caían de nuestros ojos ellos se detuvieron y se quedaron viéndonos por un buen rato. Nosotros quedamos confundidos y pensamos que tal vez no solo tenían el cuerpo de un humano sino que también tienen algunos sentimientos de humanos.
Al pensar que es existía esa probabilidad nuestros cuerpos dejaron de paralizarse y nos acercamos muy cuidadosamente pero manteniendo una distancia prudencial y le preguntamos porque es que tiene el cuerpo de un hombre y la cabeza de un caimán. No esperábamos que nos respondieran pero el más grande nos respondió mediante escritura en la arena el cual decía “jamás hagas enojar a una bruja”.