Hace muchos años un rico hombre llamado Otis compro una mansión, pronto decidió convertirla
Lo que el señor Otis no sabía era que la casa estaba habitada por un fantasma desde hace 300 años, el cual no descansaría hasta espantar a los nuevos inquilinos. En cuanto la familia llego comenzaron los problemas, el fantasma intento espantarlos pero la familia parecía no tener miedo, al contrario llego el punto en el cual los familiares comenzaron a espantar al fantasma.
Un día la jovencita encontró al fantasma en uno de los cuartos, entro y comenzó a platicar con él, descubrió que sería libre si alguien rezaba donde había muerto, la joven accedió a ir al lugar donde había muerte el fantasma y rezarle.
Al hacerlo el alma del fantasma quedo libre y como regalo le dejo las joyas que había estado escondiendo.