Había una vez un matrimonio que vivía del campo, el hombre trabajador mientras la mujer era haragana, el marido llamado Crespín, pasaba todo el día en el campo, trabajando bajo los fuertes rayos del sol, mientras la mujer pasaba sus días descansando en su hogar sin importarle otra cosa más que su descanso.
Hubo una temporada donde las cosechas comenzaron a crecer más de lo normal, Crespín encantado por la gran abundancia de sus cosechas, comenzó a trabajar más horas de las que podía soportar un hombre, pero no paso mucho tiempo para que callera enfermo. Cuando lo hizo mando a su esposa al pueblo por medicinas, ella fue al pueblo y las consiguió, pero de regreso pasó por un rancho donde había una fiesta, ella decidió ir a divertirse un momento, pero poco a poco comenzó a olvidarse de su marido, de pronto llegaron personas a buscarla, diciéndole que su marido se había puesto mal y que la estaba esperando, ella solo contestaba que la vida era alegría y ella quería disfrutarla, así paso toda la noche, por más que intentaban llevársela ella no quería.
Al día siguiente al terminar la fiesta fue a su casa y encontró que su marido ya había muerto, en ese momentos se sintió sola comenzó a vagar por el monte, gritando el nombre de su esposo, Crespín.
Después de un tiempo le pidió a los dioses que la convirtieran en pájaro para salir volando, los dioses se lo concedieron, y durante en las épocas de cosecha se dice que se escucha a ese pájaro solitario haciendo un sonido que parece decir Crespín.