Leyenda del alacran de durango

Teniendo en cuenta que los malhechores siempre vuelven a salir a las calles si no tienen un juicio correcto, los

empleados de la cárcel de Durango se encargaban de matar a los peores villanos sin mover las manos, simplemente ordenaban que ellos entren en la parte oscura de castigo y ahí los dejaban tirados hasta que se podía sentir el olor a podrido de que estaban sin vida, lo que ocultaban dentro era un alacrán que se encargaba de picar a quienes se metían en el cuarto, si no lo hacia de inmediato, pasaban unos días, pero tarde o temprano era una muerte segura.

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