La culebra. Hace muchos años una princesa llamada Quiahualoxóchitl vivía en un pueblo
Un día la bella princesa decidió divertirse con todos los hombres que la adoraban, para eso decidió llevar a cabo un torneo donde todos los hombres lucharían y el vencedor se llevaría la mano de la princesa. El pueblo entero observo como decenas de hombres morían mientras la princesa contemplaba felizmente todo desde su ventana. Pronto las mujeres del pueblo decidieron que esa situación no podría seguir, querían evitar que los hombres siguieran muriendo por las maldades de aquella princesa, para eso acudieron a uno de los templos y le pidieron a los dioses castigarla.
Los dioses la encerraron en un casillo, pero no tardo mucho para que ella convenciera a los guardias para dejarla salir y siguiera cometiendo sus maldades, al ver esto los dioses decidieron volverla a castigar, entonces la convirtieron en serpiente para aun así seguía causando maldades, entonces los dioses les dijeron a los pobladores que para librarse de ella tendría que bailar y azotar el piso con un látigo para que ella se fuera cada vez que apareciera.