En tiempos antiguos existía en Orense una mujer muy poderosa y cruel, a la cual los lugareños apodaron como
“La reina loba”, ella era realmente dura y fría, poseía un sequito de hombres crueles que estaban a su servicio para cualquier cosa que ella pidiese. Para mantener a su castillo y a sus seguidores la reina obligaba a los campesinos a darle a ella una vaca, un cerdo y una carreta repleta de otro tipo de alimentos a diario, los campesinos se turnaban entre ellos para poder pagar este abusivo tributo por miedo a lo que podría ocurrirles, pues en otros poblados se había desatado la ira de la reina al no pagar y estos poblados habían sido reducidos a ceniza. Pero un día llegó el turno al poblado de Figueirós y ellos decidieron no pagar el tributo, entonces sabiendo que iban a morir prefirieron morir luchando, se armaron como pudieron y se dirigieron al castillo de la reina.
Una vez en las puertas se dieron cuenta que nadie lo custodiaba, pues el ejército de la reina estaba seguro de que el terror que infundían haría que nunca nadie se atreviese a acercarse, pero estaban equivocados, los campesinos aprovecharon esta situación y ingresando con extremo sigilo pudieron acabar con todos los guardias, luego se dirigieron hacia la alcoba de la reina pero al ver que estaba encerrada, ella decidió saltar al vacío y acabar con su vida.