Según la leyenda japonesa, las personas que están destinadas a estar juntas están unidas con un hilo rojo que está amarrado a su dedo meñique y el otro extremo a la persona con la cual deben estar.
Cuenta la leyenda que un día un joven príncipe mando a traer a la hechicera más
La hechicera le pidió que se levantara, en ese momento le dijo al príncipe que ese era el final de su hilo, el príncipe al ver a la mujer, enfurecido la empujo, provocando que la bebe que llevaba en brazos se cayera y se lastimara la frente, ordeno que sus guardias se llevaran a la hechicera, pensando que era una burla porque él no podía estar destinado a estar con una mujer pobre.
Pasaron los años y el príncipe estaba a punto de convertirse en rey, pero antes debía casarse. Su padre le dijo que se casara con la hija del mejor general y el príncipe acepto. Ese mismo día mandaron a llama al general y a su hija, ella entro con un hermosa vestido y un sombrero, al removerlo observo como tenía una cicatriz en la frente, en ese momento se dio cuenta que la hechicera no le había mentido.