Cuando un hombre trabaja tallando arboles en el bosque, se le dio la tarea se sacar
los que estaban secos y llevarlos a donde debía para quemarlos, entonces es cuando encontró que uno de los troncos con un tamaño de 30 centímetros se asemejaba a la imagen de la virgen, por eso lo conservó y arregló también, luego de un tiempo cuando falleció, un cura lo tomó y se dio cuenta que el tronco tenía otro tamaño mayor, al ser esto un milagro lo llevó a la capilla y hasta hoy en día tiene muchos fieles seguidores que le han puesto el nombre de La Virgen que crece, ella resistió un incendió sin que le pasara nada.