Cuenta la leyenda que había un niño jugando en su casa tranquilamente cuando de
pronto suena el timbre, entonces el niño se apresura a atender y encuentra del otro lado a una niña de aspecto triste, ella solo se limita a decir “Un vaso de agua por favor”, el niño asiente y va en busca del vaso, pero al regresar no encuentra a nadie en la puerta, entonces cierra. Al día siguiente vuelven a tocar timbre y era la misma niña, vuelve a pedir lo mismo y sucede otra vez la misma escena, cuando el niño vuelve ya no estaba. Al rato tocan timbre, era una señora con la foto de la niña y pregunta si no han visto a su hija, pero al instante suena el móvil de la señora, era la policía informándole que su hija había aparecido sin vida, la señora se marcha apresurada y llorando. El niño por su parte cierra la puerta sin entender nada se dirige a su alcoba, al llegar se encuentra con la niña, mira a su alrededor y nota que las ventanas se han vuelto de plástico y que la puerta se cerró tras de sí. Nunca más se volvió a ver al niño.
