Casi en el umbral del año 2012 hay gente que solo cree en aquello que es
Esto que les cuento ocurrió en 1978.
Todos los días Doña cande asistía a misa a las 6 de la mañana en una iglesia cercana al parial, su hijo que entonces tenía 6 años la acompaño aquel día, había poca gente estaba casi a oscuras no se como, pero súbitamente una monja apareció entre nosotros, mi madre no lo noto me senté inquieto el habito no dejaba verle la cara, manos, ni pies de la monja, la monja empezó a moverse hacia el altar de la iglesia entonces descubrí que no caminaba iba flotando yo solo pude gritar “Mira mami” al escuchar los gritos de terror aquel ser voltio intempestivamente a ellos y reclamo “acaso yo no tengo derecho a estar en la casa de Dios”.
No he vuelto a esa iglesia, tal vez ella siga ahí.