Hace tiempo, existía en el monte del Moncayo una
Según cuenta la leyenda, todas las noches, sobre las 2 de la mañana, comenzaban sus plegarias cantando, a esas altas horas de la madrugada nadie se atrevía a salir a la calle, pensaban que era un tanto peligroso por lo que pudiera pasar. Sin embargo, llegó un estudiante el cual no conocía nada de Borja, ni del Moncayo, llegó por la noche, justo a las 12 de la noche más o menos, pero vio que el pueblo estaba completamente vacío.
Empezó a preguntarse el porqué no había nadie a esas horas por el pueblo, sin embargo, se encontró con un abuelo el cual le indicó, y le contó que allí arriba pasaban cosas extrañas. El estudiante sin mediar palabra más que unas simples buenas noches decidió subir, quizás ahí encontraría una cama donde pasar la noche.
A las 2 de la mañana, siguiendo su tónica habitual, no se oyeron a los monjes cantar, los habitantes de Borja estaban un tanto extrañados, sin embargo, lo más curioso es que ya nunca más se supo de aquel estudiante.