La leyenda del fraile ha sido transmitida de generación
Los padres y toda la familia al completo fueron a ver qué es lo que estaba pasando, de primera impresión vieron que el niño apenas se movía, y tampoco reaccionaba a las preguntas que le hacían. La madre, muy preocupada, fue a por un vaso de agua, para ver si se calmaba un poco más. En ese momento el niño empezó a llorar desconsoladamente, y comenzó a contar su versión de los hechos.
Según cuenta, vio a un hombre vestido como si fuera un fraile, con las mismas prendas largas que suelen utilizar, y al ver que se acercaba, de pronto desapareció. La familia asustada no podía creer lo que estaba pasando.
Con el paso de los días, las manifestaciones de este ser tan raro comenzaban a ser más continuas, se llegó hasta tal punto que ese fraile les pedía que ofrecieran una misa por él, y además que se hicieran cargo de las campanas de la iglesia. La familia López no pudo seguir con este infierno, y decidió retirarse de las tareas del campo y de ofrecer servicios a la iglesia.