Cuenta la leyenda que hace muchos años un hombre viejo vivía junto a su hija Yari – i en una aldea perteneciente
Su hija al enterarse de esto decidió hacerle compañía y quedarse con él, ella aprendió todo lo necesario para poder cuidar a su padre, desde cazar hasta cocinar. El padre agradecido comenzó a rezarle al dios Tupa para que este recompensara a su hija por todo el esfuerzo que ella realizaba
El dios Tupa al principio no sabía si recompensarla o no, por lo que decidió visitar a la joven y al hombre para ver si era cierto lo que el padre decía de su hija. Llego disfrazado de un hombre común y fue recibido por Yari – i, ella lo trato bien y le ofreció un lugar donde pasar la noche. Al día siguiente el hombre decidió marcharse revelando su identidad, le dijo a Yari – i que la recompensaría por todo su esfuerzo, hizo crecer una planta nueva a la que llama yerba mate en honor a la joven.