La leyenda sucedió hace mas de 100 años en el pueblo de jaca,
existe en el pueblo un palacio llamado pinta de vista alegre donde pasaba largas temporadas el conde con su mujer sus dos hijos gemelos y una institutriz llamada Celina, una tarde en el otoño Celina estaba cuidando a los niños a orillas del río, en un momento de descuido los niños cayeron al río y desapareciendo para siempre, rota de dolor Celina quiso acabar como ellos y lanzándo al mismo río, los condes no encontraron consuelo ante esta desgracia y abandonaron la casa para no volver nunca mas cuentan los habitantes que por las noches quien se acerca por la casa pueden escuchar misteriosos pasos por todo el edificio y se escucha los lamentos de Celina condenada a vagar por la casa toda la eternidad, otros aseguran haber escuchado en las noches de tormenta tristes melodías procedentes de un piano que ahí a la entrada de la casa en el que Celina le enseñaba a tocar a los niños, pero en el año 1986 sus suelos de madera crujían al paso, resaltando el mas mínimo ruido en el silencio de la noche.