La leyenda cuenta que dos jóvenes querían una excelente historia de terror, pero al no tenerla, se les ocurrió internarse en el panteón de que
Las herramientas que estaban usando, hacían demasiado ruido, y esto despertó a los vecinos, como los ruidos provenían del cementerio, asustados tomaron, sus machetes algunas, escopetas, piedras y fueron a buscar el origen del ruido, en la oscuridad se escucho una voz: Ahí!, todas las personas se fueron enzima de estos chicos pensando que eran fantasmas malditos. Solo al día siguiente se dieron cuenta que eran personas ociosas a las que les habían quitado la vida. hubo varios acusados, pero ningún detenido ya que la gente del pueblo decían que eran profanadores de tumbas. Dice la leyenda que a estos chicos se les ve toda las noches vagando en el cementerio, profanando las tumbas, y los cuerpos de recientes fallecidos amanecen desmembrados, y con una nota de sangre en sus pechos: ¿Donde están nuestros sesos?.