En el centro ecológico de Sonora se dice que había un velador encargado de darle la comida
Durante todas las noches se dice que él vaga por la jaula de esa pantera quejándose sin parar y asustando a quien puede diciendo que no dejará de hacerlo hasta que se encuentre al responsable de dejar aquella jaula abierta, ya que si no fuera por su culpa él aún estaría vivo y no tendría que pasar por la desgracia de morir por causa de su trabajo.